Descripción Juega con el color, desarrolla tu creatividad y descubre tu paleta personal con este manual práctico de acuarela.
El color es una de las vías de expresión de nuestra personalidad más profunda. Con esta guía práctica, Lisa Solomon nos introduce en la teoría del color a través de divertidos experimentos con los que descubrir distintas maneras de conectar con el color en nuestra vida y en nuestros proyectos. .
Una introducción al color: qué es y cómo los percibimos, la terminología esencial (tono, atenuación, valor, cálido o frío.
) y los sistemas de colores más comunes (RGB, CMYK, Pantone.). . Un repaso de todos los materiales y herramientas que necesitas conocer para adentrarte en el apasionante mundo de las pinturas con base de agua. .
15 ejercicios con los que asimilarás las cuestiones esenciales de la teoría del color: combinaciones de color, la rueda de colores tradicional, jugar con la saturación.
. Y, además, 16 meditaciones de color, pequeños ejercicios de repetición que te permitirán concentrarte en el ajuste del color y dejarte llevar por la inspiración. Lisa Solomon vive en Oakland, California. Se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Berkeley, obtuvo su máster en el Mills College y ejerció de profesora adjunta en el Área de la Bahía durante quince años. Está profundamente interesada en tender puentes entre la existencia creativa, la vida creativa y la profesión creativa.
INTRODUCCIÓN: Siempre me ha fascinado el color.
Puedo pasar horas enteras contemplando cartas Pantone buscando el azul más adecuado. Me encanta simplemente observar los expositores de pintalabios, de rotuladores o de pinturas, leer los nombres de los colores, estudiar cómo están organizados, observar lo que ocurre cuando están dispuestos en un orden bello o cuando están desordenados (¿sería demasiado triste contar el número total de horas que he pasado en tiendas reordenando expositores revueltos para que tuvieran mejor aspecto?). Los colores afectan a mi manera de sentir y de pensar hasta el punto de modificar mi respiración. Cuando llegó el momento de ir a la universidad y me decidí por una carrera artística, me di cuenta de que tenía algunos conceptos intuitivos acerca de los colores y de su funcionamiento. No obstante, en el momento en que empecé a pintar (al principio con pobres resultados) fue cuando comprendí que en realidad sabía muy poco sobre el funcionamiento de los colores, sobre su procedencia y sobre el modo correcto de mezclarlos y combinarlos. El resultado fue una gran cantidad de pintura desperdiciada. Como artista y profesora de arte, llevo décadas estudiando el color y he leído innumerables libros sobre teoría del color (algunos de los cuales aparecen en la sección de lecturas recomendadas). He experimentado con el color en múltiples medios y de muchas maneras, y me di cuenta de que para comprenderlo tendría que sumergirme por completo en él. Mi forma de utilizar el color ha evolucionado gracias al tiempo que he dedicado a experimentar, así como a la gran cantidad de errores que he cometido. Este libro es el resultado de destilar todos esos años de experimentación. Los ejercicios que encontrarás a continuación ofrecen una introducción básica a la teoría del color a través de experimentos divertidos y lúdicos. Mientras avances, será clave tu disposición a probar cosas que tal vez creerás erróneas, pero no te fustigues cuando las cosas no salgan como esperabas. Intenta no perder de vista que, cuando aprendemos, hacemos que los errores que hemos cometido valgan la pena. No digo que sea sencillo, pero intenta no olvidar esa idea a medida que progresas con las actividades del libro. Los ejercicios ofrecen lecciones dirigidas sobre teoría del color, mientras que las meditaciones de color que hay entre lección y lección te invitan a dedicar un poco de tiempo a jugar con los colores. Estas “pausas” proporcionan un contrapunto fantástico respecto a los retos presentados por los ejercicios tradicionales. Durante los últimos años, me he interesado por la práctica de la meditación. Me costó bastante encontrar una manera cómoda de introducirme en la materia. Me sentía bombardeada por la información que recibía al respecto por internet y otros medios, pero poco a poco empecé a encontrar mi propio modo de abordarlo. Implicaba regular mi respiración, notar como el aire me entraba por la nariz, me llegaba hasta la barriga y volvía a salir por la nariz. Practicaba siempre que podía, aunque solo fuera un minuto, mientras estaba encerrada en el coche en un atasco, por ejemplo (aunque conviene no cerrar los ojos en un caso semejante), sin sentir la necesidad de quedarme sentada durante una eternidad o dedicarle un tiempo determinado, permitiendo que mi mente se dispersara, aprendiendo a consentirlo y a librarme de los pensamientos que poblaban mi cerebro. Enseguida fui consciente de que, a menudo, obtenía la misma sensación de bienestar que cuando me sumergía en el trabajo en el estudio. En general, cuando noto que estoy bloqueada o poco motivada, o cuando no tengo tiempo de meditar de un modo “normal”, he observado que pintando algo pequeño puedo conseguir un resultado comparable. Todo el bullicio y el ruido desaparecen. Espero que tú también lo consigas. Cuando ponía en práctica mis meditaciones de color, reparé en que también constituyen un ejercicio de calentamiento fantástico para el trabajo en el estudio. Tener una especie de rutina o compromiso con un proyecto repetitivo me ayuda a crecer como artista. Así pues, ¿qué son las meditaciones de color? Son pequeñas pinturas en acuarela en las que repito la misma forma o trazo y simplemente me dedico a ajustar el color. El parámetro de mantener la misma forma me permite centrarme solo en los cambios de color. Pruebo a utilizar tonos hacia los que no tiendo a gravitar y me limito a fijarme en lo que ocurre cuando dispongo un color junto al otro. Experimento con la saturación de los colores añadiendo más o menos agua, agregando una gota más de otro color y viendo cómo cambia el resultado. Esta práctica me ha proporcionado grandes satisfacciones e inspiración. Y, con toda sinceridad, no paro de aprender cosas nuevas acerca del funcionamiento de los colores. Cada vez que te dispongas a realizar una meditación de color del libro, asegúrate de prepararte bien antes. Saca los colores que desees utilizar; si deseas disponerlos sobre una paleta, decide tú el orden que seguirán; prepara vasos desechables, papel absorbente, pinceles, etc. y déjalos al alcance de la mano. También puede que te resulte útil una hoja de papel extra, de manera que puedas probar los colores, los lavados, las pinceladas o los grados de saturación. Si te has propuesto mezclar muchos colores, una paleta limpia también será recomendable. Si no hace mucho que pintas, prueba varias formas de organizarte cuando hagas los ejercicios. Coloca la pintura a tu izquierda, a tu derecha o encima de tu papel, y lo mismo con el agua. Pronto desarrollarás el patrón o la costumbre que mejor se adapte a tu modo de trabajar. Por supuesto, en este libro te ofrezco espacio para crear una meditación de color para cada ejercicio, pero tómate la libertad de hacer más de una o incluso de combinarlas para conocer mejor los diferentes tipos de papel que tengas. Puedes utilizar las mismas pinturas, cambiando o no el orden, explorar un amplio abanico de colores o limitarte a una paleta reducida.
Recuerda: no hay maneras correctas o incorrectas de hacerlo.
Tu meditación no tiene por qué ser como la mía. De hecho, espero que no sea igual. Dicho esto, si te intimida demasiado la idea y ya te parece bien mi sistema, cópialo sin dudarlo.
No lo olvides: no hay maneras correctas o incorrectas de hacerlo.
Convierte esta frase en tu mantra. Mantén tus pies en contacto con el suelo y no pienses en nada más que las marcas que vas dejando sobre el papel y los colores que vas eligiendo. Aspira aire y expúlsalo con cada marca que hagas. Déjate guiar por la intuición y, por favor, ¡disfruta! Tengo la esperanza de que realizando estos ejercicios y siguiendo las meditaciones profundizarás en el amor y la comprensión del color, sea cual sea el medio con el que decidas trabajar. .